5 consejos para crear un Banco de Tiempo

DICIEMBRE 9, 2012 | BY SERGI ALONSO | CATALUÑA, EJEMPLOS, ESPAÑA, INTRODUCCIÓN, TUTORIAL | BANCO DE TIEMPO ¿Vives en un barrio, pueblo o ciudad pequeña y estás pensando en crear un Banco de Tiempo? No te arrepentirás, ocurren cosas maravillosas en una comunidad de personas cuando se relacionan con la igualdad que genera la moneda tiempo. Sergi Alonso presidente de la Asociación para el Desarrollo de los Bancos de Tiempo nos ha preparado 5 consejos básicos para iniciar un banco de tiempo. Antes de nada es importante investigar si ya existe un Banco de Tiempo por vuestra zona, si es así siempre es una buena idea sumar esfuerzos siempre que sea posible. En caso de no existir ningún Banco de Tiempo en vuestra zona os damos 5 consejos que os ayudarán en vuestro camino. Podéis ampliar vuestros conocimientos sobre los Bancos de Tiempo a través de la asociación para el desarrollo de los Bancos de Tiempo. 1 Lo primero que necesitamos es tener un equipo de personas convencidas y comprometidas. Todas ellas deben tener claro qué es, y qué no es, un Banco de Tiempo y tener la firme convicción de querer hacerlo realidad. El trabajo a realizar para velar por el buen funcionamiento de un Banco de Tiempo se puede dividir en cuatro grandes áreas: administración, relaciones internas, relaciones públicas y organización. Demasiado trabajo para una sola persona, un equipo humano hará que el trabajo sea más asequible y fructífero. 2 Para ponernos a funcionar necesitamos como mínimo una oficina de atención al público, un ordenador con internet, teléfono, material de oficina así como la posibilidad de imprimir talonarios, carteles y/o trípticos para la difusión del proyecto. Es muy común que los Bancos de Tiempo cuenten con el apoyo municipal para conseguir el espacio y la logística, pero si no tenemos esta posibilidad podemos buscar apoyo en las entidades sin ánimo de lucro que puedan existir por nuestra zona: asociaciones de vecinos, cooperativas de consumo, ateneos populares, etc. 3 Los vecinos de tu zona solo van a conocer el Banco de Tiempo si sabes llegar a ellos. Para conseguir este objetivo se pueden organizar reuniones para gente interesada en el proyecto y hacerlo saber mediante carteles, radio/TV locales, redes sociales, etc. Si el Banco de Tiempo ya tiene una oficina y dispone de un horario de atención al público es muy recomendable participar de las actividades de la zona, como pueden ser: fiestas, ferias, actividades en centros cívicos, etc. Siendo muy útil siempre tener a mano trípticos explicativos para que cualquier persona con curiosidad pueda entender fácilmente qué es un Banco de Tiempo, cómo funciona y cómo puede ponerse en contacto con nosotros. 4 No debemos olvidar nunca que un Banco de Tiempo se centra en las personas y que persigue la creación y consolidación de una comunidad real. Las nuevas tecnologías son herramientas necesarias que nos ayudarán a facilitar los procesos que tienen lugar dentro de un Banco de Tiempo pero nunca deben sustituir el contacto personal. Nos será muy útil contar con una página Web o un Blog del Banco de Tiempo así como tener presencia en las redes sociales, pero sobretodo vamos a necesitar un software de gestión para el Banco de Tiempo que nos permitirá gestionar de manera sencilla perfiles de usuario, contabilidad, ofertas y demandas. 5 No existe una fórmula mágica que haga que un Banco de Tiempo funcione bien. Una comunidad de personas basada en la ayuda mutua no está exenta de grandes retos como por ejemplo: conflictos, dificultad para confiar en la nueva moneda, falta de recursos, motivación o compromiso. Todos estos retos solo se pueden superar gracias a la convicción y a la perseverancia de las personas más afines al proyecto. Para que un Banco de Tiempo funcione bien se necesita invertir tiempo y esfuerzo. Debemos tener una actitud proactiva que nos permita hacer frente y superar cada nuevo reto que se nos presente. La parte más mágica llega al verse recompensado constatando que las personas somos más felices cuando colaboramos, cuando descubrimos todo lo que tenemos para ofrecer a los demás y todo lo que los demás pueden ofrecernos a nosotros.